Reflexiones (II)

Desde aquí quiero reclamar el derecho de los gallos a morir dignamente. Es vergonzoso que un pobre gallo haya pasado 18 meses alimentado a la fuerza sin poder ver, ni oir, ni hablar.

Relacionado con esto, me veo en la obligación de hablar sobre Hellen Keller. Fue una niña que a causa de una enfermedad a la edad de 19 meses, se quedó ciega, sorda y muda. Aprendió a leer los labios de las personas con sus dedos, a leer las palabras mediante vibraciones y deletreando las letras en la palma de su mano. A los 24 años se graduó cum laude. Acojonante, verdad? Digno de admirar, os recomiendo que leais la entrada de wikipedia sobre ella.


Hellen Keller - Wikipedia

Desgraciadamente, el gallo Mike no tenía manos, por lo que no podía notar vibraciones, ni le podían deletrear las palabras en la palma, porque no tenía.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pobresss... la vida es muy triste!!

Sigue con tu blog que a mi me gusta, jejejeje!

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