El corral del gallo Claudio

Hola amigos, hoy os seguiré relatando mi experiencia en el agujero dimensional. Como podeis leer abajo, me convertí en la deidad de esa civilización. Me adoraban, me colmaban de regalos y caprichos, incluso me pusieron a 5 concubinas para cuidarme y atenderme en todo momento. Según el diccionario, una concubina sería tal que esto: concubina f. Mujer que convive y mantiene relaciones sexuales con un hombre sin haberse casado con él. Pues bien, la verdad es que me atendían de puta madre, pero existía un problema, y es que yo no podía mantener relaciones sexuales con ellas!!! Primero, joder, soy un gallo, a mi me van las gallinas, aunque alguna humana ha caido, para qué nos vamos a engañar, aunque fue harto difícil poder practicar sexo con ellas. Lo segundo, no tengo manos, así que no puedo tocarles las tetas, ya ni hablamos de buscarles el punto G. Y tercero, estas mujeres eran como un cheto, imposible ver sus órganos genitales!!! Pues bien, algo se hizo, lo que se pudo, y al cabo de los

Hola amigos, cuanto tiempo!!! La verdad es que sí, ya sabeis como son las crisis literarias, mejor no contar nada, que aburrir al personal. Pero si escribo es porque me ha sucedido una cosa inaudita y asombrosa. Andaba el otro día por el campo de los alrededores de Wichita (Wisconsin), pensando en mis cosas y reflexionando sobre el sentido de la vida y la idiosincrasia de los gallos, cuando de repente, el suelo desapareció de mis pies, y cai por un agujero. Mientras caía pensaba "Mierda, otra ostia, como me tenga que coger la baja otra vez me echan del curro". Pero no, todo lo contrario, mi ente corpóreo flotaba entre átomos cuánticos. "Ummm, esto parece un puto agujero dimensional o algo así" pensé. Y efectivamente, de repente me posé suavemente en el suelo, y me encontré rodeado de unos extraños seres. Medían aproximadamente unos 20cm, y eran rechonchos. Si veía que las cosas se ponían feas, podría empujarlos y no se podrían levantar, joder haría años que no se ve